La historia trata sobre un muchacho que se encierra en su casa tras sufrir una enorme humillación pública sin atreverse a salir durante varios años debido a los traumas que esto le ocasionó. Sus hermanos, cansados de su actitud lo echaron a la fuerza de su cuarto y de la casa, con lo que llevaba puesto.
Arrepentido de la vida que había llevado hasta el momento, vio a unos chavales que discutían en medio de la calle sin darse cuenta de que un camión se acercaba a ellos, y el chico pensó: "Sabiendo que voy a morir, prefiero al menos hacer esto, para no arrepentirme."
Y murió aplastado tras salvar al primero de los 3 chicos.
Cuando volvió a abrir los ojos, se encontraba en el cuerpo de un bebé recién nacido en un mundo de dragones y mazmorras, donde la gente podía usar magia y peleaba con espadas. Y en ese momento, demostrando que su arrepentimiento iba en serio, decidió que en este mundo y de ahora en adelante, se esforzaría por tener una vida plena.